Oración en honor de Santa Escolástica (Por la virtud)

En esta breve oración en honor de Santa Escolástica, la hermana de San Benito de Nursia, patrono de Europa, pedimos a Dios que nos conceda la gracia de vivir nuestras vidas imitando las virtudes de Santa Escolástica.

Oración en honor de Santa Escolástica

No se sabe mucho de Santa Escolástica, excepto en relación con su famoso hermano, San Benito. La tradición nos dice que Santa Escolástica y San Benito eran gemelos, nacidos en el año 480. Así como San Benito es considerado como el padre del monaquismo occidental, su hermana gemela es considerada como la fundadora del monaquismo femenino, en forma de conventos, por lo que es considerada como la patrona de las monjas. Su "inocencia", mencionada en la oración anterior, proviene de su dedicación a Dios desde muy joven y de su convivencia con otras religiosas.

La última visita de Santa Escolástica a San Benito

Cuando la oración habla del alma de Santa Escolástica "que se eleva al cielo como una paloma en fuga", se refiere al relato de San Gregorio Magno sobre la última visita de Santa Escolástica a su hermano y su muerte tres días después. El convento de Santa Escolástica estaba a unos ocho kilómetros de Monte Cassino, donde San Benito había construido su monasterio.
Una vez al año, Escolástica viajaba a Monte Cassino, donde Benedicto XVI se reunía con ella en un edificio propiedad del monasterio, pero fuera de las murallas del monasterio. El día de su última visita fue hermoso, sin una nube en el cielo. Al caer la noche, San Benito se preparaba para volver a su monasterio, pero Santa Escolástica quería que se quedara.
Cuando él le dijo que no podía, ella inclinó su cabeza en oración, y de repente una tormenta descendió sobre el edificio, con lluvia torrencial, truenos y relámpagos. Incapaz de regresar al monasterio debido al clima, Benedicto pasó la noche conversando con su hermana, sin saber que sería la última vez que estarían juntos.

Muerte y entierro de Santa Escolástica

Tres días después de que Escolástica regresara a su convento y Benedicto XVI a su monasterio, San Benito miró por la ventana de su habitación y vio una paloma, de la que inmediatamente se dio cuenta que era el alma de su hermana ascendiendo al cielo.
Benedicto envió a algunos de los monjes a su convento para recuperar su cuerpo, donde, en efecto, encontraron que ella había fallecido. Los monjes llevaron el cuerpo de Santa Escolástica a Monte Cassino, donde San Benito la enterró en la tumba que él mismo se había reservado. La fiesta de Santa Escolástica es el 10 de febrero.

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